lunes, 28 de septiembre de 2009

Vuelta nº 89.

Mi reacción inmediata fue preguntarme: "¿Qué hice? ¡OMG!". Después sonreí y repasé ese gusto dulce en mi boca. Lo dulce se tornó agrio en cuanto llamé a mi consciencia a zapatear sobre mis sesos. Resoplé enojada y pensé un momento... ¿me parecía a mí, o estaba forzándome a sentir culpa? ¿estaba tratando de vestirme de moralista para ocultar que lo había disfrutado? ¿intentaba a caso camuflar el placer que me produjo su mano en mi cintura custodiando el interminable beso cálido? ¿me obligaba a sentirme mal por un error que, sin dudas, volvería a cometer?

4 comentarios:

El Vocero dijo...

A veces está bueno "masoquearse" un poco je.

Cambios y más cambios de cara en el blog....qué sucede?

matilde dijo...

no te tortures y disfruta!!!!!!

me gusta el cosito q pusiste arriba del todo.

beso!!!

Capitan Bondiola dijo...

Me gusta el aspecto del blog eh.
Dejalo asi, que vende bien.

Con respecto a bocas dulces...algunos errores son deliciosos :-)

Arribederchi!

Anónimo dijo...

Waw... los errores ricos pueden llegar a ser traicioneros... Ojo! [Pero son tan ricos los HDP que tienden a tornarse debilidades ;-)]


Nos volveremos a ver ♫