miércoles, 25 de noviembre de 2009

Vuelta nº 129.


A ver, pensemos... ¿hace cuánto que éste blog decayó de manera importante? Digo, mucha frase, mucho colorcito, mucho video, mucha foto, mucha demora en las vueltas, mucha irrelevancia...
Evidentemente hay algo "mal". Lo paradójico, entre otras cosas, es que no. Está todo perfectamente bien. Todo en su lugar. En un orden tan extraño como maravilloso. Todo tan color de rosa. Pero, otro punto digno de ser observado, es que otras veces suelo pensar "¿cuánto me durarará?" y en cambio, ahora sólo puedo decir "ojalá me dure".
¿Cuál es la diferencia? Clarita como el agua: con el "¿cuánto me durará?" queda en evidencia que estoy esperando lo peor, el fin. Y con el "ojalá me dure", estoy delatando mis mejores ilusiones, la ilusión de ser así de feliz mucho MUCHO TIEMPO.
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1 comentario:

El Vocero dijo...

Qué hay de malo con ilusionarse en ser feliz?

La caida dirás tú...pero siempre no hay mal que por bien no venga. Disfruta tu momento con mis augurios de que ojalá te dure.