domingo, 1 de noviembre de 2009

Vuelta nº 115.

Llegué a casa casi borracha. Feliz por haber compartido tanto con mis amigos. Feliz por verlos felices a ellos. Feliz por haberme empapado de una lluvia que se veía venir. Feliz por sentir tanto. Feliz por estar mareada, por sentirme inmensamente humana bajo la lluvia, por disfrutar acompañada, por estar feliz. Eso. Feliz por estar feliz, y nada más.

Además, me ayudó a mantener mi nueva postura respecto a mi situación sentimental... estuve tan bien, tan dipersa, que casi no pensé en él.

Por otro lado, menos mal que tengo el celular sin crédito, si no, me iba de boca, seguro.

1 comentario:

ña dijo...

Qué bueno, gracias por los aplausos.
que sigas asi, feliz (:
besos!