Y el río...
... estar en el río, con su brisa inevitable, y su calma contagiosa. Acudiendo a un horizonte que de todo me despoja, dejándome libre como cada suspiro que libero al espacio, para que se vaya con la correntada. Sintiendo en la piel su humedad tácita, envolviéndome en ella, llenándome de ganas.
Por qué amo tanto el río... mi río. Será que no me pide nada a cambio, que no me rechaza, que conoce mi alma al desnudo y sin embargo, siempre está ahí haciéndome compañía...
1 comentario:
Es tan hermoso, tan marron, tan calmo.
Tan tuyo como mio, tan nuestro.
un besote RRO :)
Publicar un comentario