jueves, 1 de octubre de 2009

Vuelta nº 92.

Ganas de llorar. El nudo en la garganta. La mirada nublada.

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Una sonrisa convertida en palabra. Un parpadeo convertido en dibujo. Una caricia a través de una hojita.

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Distancia convertida en tiempo. Ganas convertidas en soledad. Amistad convertida en sostén.

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Un suspiro contenido. El corazón acelerado. Un beso viajero suelto al viento.

(Perdón amigo, pero justo de ésto hablaba el escrito... no podía dejarlo pasar)



2 comentarios:

Ale dijo...

Lo bueno del llanto, es que llega un momento en que se acaba. Asi que habrá que llorar lo suficiente para descargar esos suspiros contenidos y volver a tomar aire. Una vez más :)

Emmanuel Amieva dijo...

Parpadeos garabateados..., caricias a través de hojas..., viajes de labios entre los susurros del viento...

Esos puentes seguirán dibujándose..., esos suspiros volverán a respirar..., esos labios... encontrarán destinos...

Hay poco que pedir prestado, esas historias hablan un poco de cada uno, amiga...