
También hace varios días que a cierta hora (aunque no sea siempre la misma) me agarra ese no se qué. Ese agujero negro en el corazón. Esa angustia castigadora. Esa tristeza opresora. Esas ganas de llorar irrefranables.
Me dura un rato, y desaparece cuando me distraigo con cualquier pavada...
Así que, hoy por hoy ando necesitando un payaso, para que mantenga mi mente dispersa lejos de mis ataques de mariconeo crónico.
2 comentarios:
Payasoo me ofresco :D cualquier cosa me ofresco mejor dicho!
Es re normal tener esos altibajos... yo estoy en algo parecido pero tengamos confianza en que va a pasar!!!
Te mando un saludo desde aquí
Publicar un comentario