martes, 14 de julio de 2009

Vuelta nº 30.

Dormir con un peluche para no sentirme sola, es la cosa más bizarra y patética de todas las cosas bizarras y patéticas que hago.
Ahora... que encima ese peluche, sea un sapo, es una paradoja realmente digna de mencionar.
No. Mi sapo no es como el de los cuentos, y por más que lo bese, lo abrace, o lo golpee, al otro día sigue siendo un sapo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hace varios dias q vengo leyendo tu blog, y hoy me lo lei todo :D
creo q con cada post creia q eras mui parecida a mi, o al menos tus problemas y tuve la necesidad de comproblarlo en cada uno de los post. Y en realidad somos parecidas, pero somos parecidas a todas las otras mujeres, solo q vos encontraste las palabras q nos hacen sentir IDENTIFICADAS