Adentro de un pijama viejo y enorme, comiendo gomitas en silencio, me parezco mucho a una vieja cincuentona cuyo único refugio son los chocolates. Con la diferencia de que yo no tengo tanta suerte: los chocolates no son más que caramelos de goma berretas.

1 comentario:
Sacrilegio.
Los chocolates se la bancan.
Jajajaja, pero bueno.
A veces lo mejor es estar adentro de un piyama viejo y comer dulces.
Estamos en la semana de la dulzura, disfrutala :) Jaja.
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