miércoles, 9 de octubre de 2013

Vuelta nº 208 - A mi nunca se me ocurrió.

Si bien he abandonado mi propio blog, por una suma de circunstancias poco favorables para su progreso, nunca me alejé del todo de este mundito aparte que son estos sitios webs donde cada cual es quien quiere ser.
Leí muchas cosas, muchas historias... Ciega a citas, entre otras. Una genialidad que me creí de principio a fin, y lejos de decepcionarme al saber que en realidad era una ficción, admiré a la periodista que la llevó adelante. Por otro lado, aprendí a desconfiar de las historias que se cuentan por estos lares. 
Actualmente estoy leyendo No me quieren ni para dejarme, la historia de Ana Golk, una mujer de 29 años que aún conserva su virginidad y se da a sí misma un plazo de un año para perderla... claro que con muchas condiciones neuróticas de por medio, que complican un poco tamaña tarea. La cuestión es que la leo día a día (o cuando postea), y a veces me pregunto si será o no cierto. Casi todo el tiempo me convenzo de que no lo es. Sobre todo por lo vueltera que es la mina, las gran cantidad de cosas malas o buenas que le pasan, lo poco personas que me parecen algunos personajes de la historia. Pero lo importante es que me planteé qué ocurriría si yo hiciera algo similar con los acontecimientos de mi vida. Mis pseudoamores adolescentes, a la distancia, de internet, los que me quisieron y no quise, los que quise y no me quisieron... mis amigas, nuestras diferencias, los consejos que nos dábamos, las charlas que teníamos... estoy segura que de haber pensado que alguna vez se me ocurriría hacerlo, hubiera anotado todas y cada una de las cosas que en su momento fueron reveladoras, importantes, o simplemente graciosas. Cada tanto cuando me junto con las chicas nos acordamos de estas anécdotas quinceañeras, y de las costumbres de aquellos años, y nos reímos con la nostalgia propia de saber que las cosas cambiaron. No es fácil, la facultad, el trabajo, los novios... 
Pero más allá de todo esto que sale espontáneamente mientras pongo en palabras las ideas con las cuales decidí publicar una nueva entrada, lo que pensaba era que después de todo (y de todos), la historia de mi blog hubiera tenido un final feliz.

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