miércoles, 2 de octubre de 2013

Lo bueno de volver, es que no siempre es desde el mismo lugar.

Por increíble que parezca, de una forma que todavía no llego a dilucidar, recuperé mi blog. Me puso contenta porque si bien había decidido por la fuerza que era mejor así, nunca estuve muy convencida de abandonar este espacio de sublimación, de cerrar una etapa tan insana de mi vida. Sobre todo porque siempre seré insana.
Justo en estas últimas semanas estuve pensando en que quizás estaría bueno abrir uno nuevo, para decir qué se yo. Estoy un poco consumida por las redes sociales, es bastante práctico que se me ocurra algo y pueda manifestarlo automáticamente sin importar dónde o cuan apurada esté.
Mi vida cambió tanto, no desde la última entrada, pero sí desde la primera. Una vez hice el intento de pasar el contenido del blog a papel. No tuve éxito. Empecé, y dejé, como muchas otras cosas en mi vida. Menos con esto, que es el insignificante punto que me corresponde en la virtualidad para expresarme. 

Lo bueno de volver, es que no siempre es desde el mismo lugar.

1 comentario:

Didac Udagoien dijo...

crecer, por suerte, es inevitable.