sábado, 15 de octubre de 2011

Vuelta nº 189 - Como me mira.

Como me mira - Fonseca.


Y no pude evitar sentirme tan parte del mundo. En el bondi sonaban dos guitarras colombianas, combinadas con poesía que hablaba de miradas, ternuras y distancias.
Saqué mi billetera y sólo tenía cinco pesos, aunque calculo que para esos dos jóvenes extranjeros, ese billete y la atención más la sonrisa de algún alguien, ya serían demasiado. Los elogié antes de bajarme del 120 y bajaron atrás mío. Me preguntaron  a dónde iría, y les conté mi situación: volvía de estudiar de la casa de mi novio y debía tomarte otro colectivo que efectivamente me dejara en mi casa. Me hicieron compañía, me hablaron de su país, de sus proyectos en el mío, de su música, y hablamos un poco de mí. Hicimos chistes, y de golpe les estaba contando qué clase de mujer era y qué clase de mujer fui. 
Miraron sus relojes, me preguntaron cómo llegar hasta Ovidio Lagos, me saludaron amablemente y salieron caminando...

Yo seguí esperando el bondi sola, pero tranquila porque 
lo lindo del destino estaba conmigo.


(El tema que se puede escuchar arriba, 
fue el que conocí hoy gracias a Víctor 
y norecuerdoelnombredelotrochico)

1 comentario:

Seba dijo...

Historias de bondis, siempre son pequeños mundos dentro de este mundo.