martes, 8 de diciembre de 2009

Vuelta nº 134.


Y, 8 de diciembre, el mundo cristiano empieza a armar arbolitos, colgar luces, y meter adornos por doquier (aunque poco tenga que ver todo eso con la navidad de la iglesia).
En casa hacía años (muchos) que no armábamos el arbolito, y curiosamente y para mi sorpresa, hoy mi mamá bajó del armario las cosas, buscó en el galpón la maceta del terriblemente trucho y deforme pinito, y me dijo: "hija, ¿armás el árbolito vos?"... No le pude decir que no. Primero, por la forma en que me lo pidió. Y después, porque bastó que pensara un segundo en lo que significaba para mí la navidad hace unos cuantos años... Era salir de compras con mis viejos apenas empezado diciembre, para poder llenar las alacenas de budines, confites, turrones y pan dulce con tiempo. Era un día antes ir a la casa de mi abuela a ayudar a armar los sandwiches de miga para comer después de la ensalada de frutas que con tanta alegría hacíamos entre todos (literalmente entre todos, cada cual hacía un poco, y después mezclaban todo). Era hacer todo a las apuradas para llegar bien a las doce, porque siempre comíamos tarde. Era quedarnos hasta que amaneciera usando las botellas vacías de xilofón, totalmente borrachos, y casi empachados de tanta comida.
Para ser sincera, me encantaría que esas cosas revivieran éste año, no sólo el árbol... pero me temo que no es posible, debido a las circunstancias de mierda en la que hace bastante tiempo está sumergida la familia. No hablo de mi círculo familiar. Hablo de un tío casado que perdió la cabeza por culpa de la esposa. Hablo de esa misma esposa chapísima, merecedora de una cuadriplegia más allá de la eternidad. Hablo de unos abuelos que estuvieron años sin hablarse, y que de repente vuelven a amarse como por obra del espíritu santo. Hablo de una tía que no tolera a su propio tío, que además de ser tío, también es el mejor amigo de mi papá.
En fin... muchas cosas que no van a cambiar porque en casa tengamos árbol de navidad, y un adorno en la puerta... pero por algo se empieza, ¿no?

1 comentario:

【73】★NEGROIDE★【73】 dijo...

Para caminar 1000 km, hay que dar un paso.

Vaya uno a saber si esto puede ser un arranque o es solo un alimento más a esa ilusión que no se hará realidad.

Ojalá que siempre sonrías, se cumpla o no lo que vos deseas, espero que siempre tengas un motorcito que te haga sonreír día a día, navidad tras navidad, y guardame sanguchitos de miga para después de la ensalada de frutas.

Te quiero así de poco.