Palomitas de maíz, para esa boca abierta,
y un espejo retrovisor para que recuerde
que metió la pata.
Moscas verdes, para ese buche,
y un tesoro de su cagada para que recuerde
que metió la pata.
Se le fue la lengua, hablando de más
de sus desaciertos.
Moscas verdes, para el charlatán,
y una patada en el trasero,
para que recuerde
que esa fue mi pata.
Yo no sé para qué habló,
si después se arrepintió
de su letra,
a lo mejor temió que su suerte
le diera palos a su inconsciente,
y no lo dejara dormir.
Yo no sé para qué habló,
si después se arrepintió
de su letra,
a lo mejor temió que su suerte
le diera palos a su inconsciente,
y no lo dejara dormir,
moscas verdes al charlatán,
y que no hable nunca más.
5 comentarios:
Antes de que rezongues, ya sé que te debo un mail ;)
Por lo demás me alegro de tu vuelta (así sea una pausa).
Desconozco el destinatario de tu post, pero que fue directo, vaya que lo fue jaja.
Besote.
Que cosa eh!
miles que no pasaba por aca !
como siempre, sigo amando tu blog.
Y decile a AQUEL que en boca cerrada no entran moscas ;)
BESOTES
Es lo mejor, no hablar al pedo.
No hablar o decir cosas cuando no se sabe si es lo que en realidad querés expresar...
jaja veo que no soy el único que usa este tema (aunque uso pedazos... no todo el tema) para decirle a otra persona, que se calle y que no hable nunca más.
Un abrazo y que el charlatan se vaya a tomar Vitina!
Cuidese señorita.
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