Mi mamá siempre me dice que soy una bruja, una bruja mala; pero que en el fondo soy buena persona y tengo un gran corazón... muy en el fondo, claro.
Hace unos meses, conocí a alguien que me hizo sacar por completo ese disfraz... mostré esa buena persona y ese gran corazón, confiando en que lo ponía en buenas manos... y no creo haberme equivocado... fuí feliz y durante un tiempo me sentí amada... pero (siempre los hay) ahí estaba la pared, y esta vez no la vi venir. Estuve viviendo un cuento de rosa producto de mi imaginación, nunca hubo nada rosa. Dejé atrás las corazas para que una vez más volvieran a lastimarme. Rompí el caparazón para quedar a la intemperie...
Ayer juré, como que me llamo Rocio Beltramini, buscarme una buena armadura, ultraresistente e indestructible... Y NUNCA MÁS SALIR.
2 comentarios:
Sé que hoy todo es negro, pero no pienses así, no se trata de ponerse armadura, hay que levantarse y seguir, despacio, pero seguir, porque ese juramento que hoy tu razón y lucidez hacen en cualquier momento tu corazón va a romper. Porque no hay batalla, por mas dura,que la razón gane al sentir.
¿Esta era la armadura de la que me comentaste? ¿Al final no resultó ser ultraresistente e indestrutible?
Dudo mucho que exista alguna que reúna esas condiciones, suelen ser frágiles, se quiebran, o se oxidan, o al cabo de un tiempo quedan chicas... y te obligan a que la abandones, o vuelvas en busca de otra, que termina siendo tan ineficiente como la anterior.
O al menos a mi siempre me pasó así...
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