A veces me sentía como esa planta. Rodeada de espinas, de desconocidos, y de gente y cosas que me hacían mal.
Y corría la misma suerte que ella: a veces alguien me veía, se daba cuenta que estaba en ese lugar por error, se acercaba, me juzgaba... pero nunca -NUNCA- me sacaba de ahí.
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3 comentarios:
Alejar a quienes nos hacen mal es aceptar nuestro destino de florecer para quienes aman la belleza. Un gran beso y no temas a las espinas, sólo lastiman a los estúpidos que se acercan sin cuidado, sin cuidarte.
me gusta la planta, la foto y las abuelas.
esta bueno tener espinas a veces.
beso rro
Muchas veces se tiende a pensar erroneamente al dejarse llevar por la frase "Dime con quien andas y te dire quien eres," Como si por estar rodeado de espinas te conviertieses en una...
Lindo texto!
Mal por aquellos que pudieron haberte sacado y no lo hicieron...
Un abrazo!
Nico.
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