sábado, 1 de noviembre de 2014

Vuelta nº 214 - Alivio.

A veces no hay palabras... y otras, una sola alcanza. Alivio.
Tuve el privilegio de encontrar y el alivio perder a mi primer gran amor.
Cuanto tenía 15, también había tenido mi primer amor... pero era de mentira. El amor debe ser esto que se acaba de ir.
El amor debe ser todas estas cosas que me pasaron estos últimos cuatro años.
Reír,
abrazar,
llorar,
domir,
besar,
morder,
caminar,
tocar,
discutir,
ver,
sentir,
decir,
suspirar,
extrañar,
aceptar,
aburrir,
cantar,
fumar,
cuidar,
contener,
enternecer,
escuchar,
soportar,
resistir,
acompañar,
admirar,
conocer,
valorar,
respetar,
ceder,
coincidir,
reflexionar,
perdonar,
estremecer,
olvidar,
recordar...
O tal vez no... y sea otra cosa.
Improbablemente pueda caminar por la ciudad sin pensar en qué esquina nos despedimos alguna vez, o en cual nos encontramos. Pero será parte de mi historia, una que le pueda contar a mis nietos, que no van a ser los de él, porque mis hijos no serán los suyos, como alguna vez fantaseamos. Mi historia que se cruzó con la de un hombre al que amé con cada fibra de mi cuerpo, pero que algún día dejaré de amar.
Cambiará mi vida ahora, sí. Darle la bienvenida a la soledad, limpiar el vacío para que aparezca el lugar... que irán ocupando otras personas, otros cuerpos, otros amores.

Mi mundo ya no será rodante, porque quizás pueda ponerle alas.



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