
Cuando no puedo, cuando aterrizo con mi capa rota, empiezo a quererlos un poco menos.
Una vez más solucioné/arruiné las cosas a mi modo: me alejé de callada, como si nada pasara, cuando lo que pasaba era tan evidente como que siempre llueve de arriba para abajo, el cielo es celeste, y Johnny Deep está re bueno -esto último muy subjetuvo-.
Así dejo que marche mi vida... que mis mambos se manejen solos, como si no fueran míos.
Y parece que al fumón, le gustan las comedias dramáticas.
(Créditos a otro personaje de esta historieta, Lautaro, quien supo asimilar la realidad antes que yo, y creo -sólo creo- que de mejor manera)