martes, 4 de agosto de 2015

Vuelta nº 221 - Crónica de dos minutos.

Me pregunté qué iba a hacer con esta angustia.
Deseé que alguien apareciera y me rompiera el cerebro el mil pedazos, como bien lo hiciste vos en su momento.
Recordé a algunos hombres que me amaron.
Releí ese mensaje inesperado que me llegó ayer, con una confesión digna de una comedia romántica dominguera, pero un día lunes.
Pensé en ese beso que no di.
Lloré.

... todo eso en un minuto o dos. En realidad creo que las lágrimas duraron un poco más.

Me volví a preguntar por la angustia y supe que no era angustia sino tristeza. Lloré aún más después de eso. Y también volví a pensar en los hombres que me harían sonreír. Y me acordé de algo que pensaba hace unos días, de que el problema no es que ellos se enamoren de mí sino que yo no me enamore de ellos. Porque ellos no arman burbujas alrededor nuestro, no suspenden el tiempo, no le ponen pausa a esta montaña rusa que es la vida. 
Pensaba en el problema, en el enorme y viejo problema que es quererte tanto. (y cómo me cuesta a mi resolver problemas...) cuando te quiero me convierto en mi peor enemiga. Pero cuando te quiero y vos también me querés, armás la burbuja, suspendés el tiempo, le pones pausa a la montaña rusa. Y entonces... cómo no quererte...


miércoles, 3 de junio de 2015

Vuelta nº 220 - Alguna forma de algún amor...

Ojalá te despiertes, pensé. Y en realidad estás despierto.
El sábado escuchaba esa canción, que probablemente no conozcas, o quizás sí hayas escuchado alguna vez, que dice
ir y venir y volver atrás no me hace nada, nada bien... salir a buscar alguna forma de algún amor, en algo que suena bien, y no morir de sed...
y hoy la canto "con más ganas de creer que de pensar", para citar a la misma banda.
De ir y venir y volver, nosotros sabemos. Sabemos lo que es no estar, aún mientras nos hacíamos compañía. Sabemos lo que es no dejar de tenerse nunca.
Ojalá te despiertes, pienso. Para que veas que a pesar de todo, siempre estuvimos uno al lado del otro. Ahí, para nosotros.

La costumbre. La otra. La Otra. El amor. El sexo. La vida. Los proyectos. La duda. La maldita duda. La estructura. Ser yo. Ser cualquiera. La soledad. La compañía. Las cosas... lo que hablamos. Lo que decimos. Lo que sentimos. Lo que hacemos.Lo que esperamos, lo que queremos.

No es una sucesión sin sentido.

Habilitame el alta otra vez a esta etiqueta. Mi mundo no dejo de rodar nunca, pero esta vez no me perdonó.

martes, 24 de febrero de 2015

Vuelta nº 219 - Expirar (y sobre el fénix)

... pasaron como 45 minutos desde que esta entrada cobró vida bajo este título.
Quizás no sea del todo correcto, hay cosas que no tienen fecha de vencimiento. Pero aún así...

Tengo un corazón aniquilado, pero que respira.
Un cuerpo cansado, pero que vibra.
Tengo un sentimiento acabado, pero que como el fénix, va a renacer de las cenizas.

Si algo aprendí, es que las palabras realmente no alcanzan. Que lo que se dice no se compara a lo que se siente. Sobre todo cuando lo que se siente extrangula el alma. Para lo bueno, las miradas, los abrazos, las sonrisas son buenas habladoras. Pero lo malo... eso no se puede decir.

Hoy expira en el blog una etiqueta. En mi vida expiraron sueños, fantasías, ganas, esperanzas, energías...

... quizás, todos tengamos en nuestro interior la fuerza renacentista del fénix. Porque yo, hoy, estoy viva.